Encuentro de Academias: estrategias de futuro

Era la primera vez que representantes de las Academias de Cine de la Península Ibérica se juntaban de forma específica para compartir inquietudes, experiencias y líneas de acción. Y si algo quedó claro como resultado de este encuentro, es que no será la última. La iniciativa de la Academia Galega do Audiovisual reuniendo a las instituciones homólogas de España y Portugal sentó las bases para la creación de una red o plataforma de trabajo común, para la que ya se empezaron a definir objetivos. A continuación extractamos algunas de las cuestiones que se abordaron en esta primera jornada de diálogo.

Fotografías: Tamara de la Fuente

La reunión fue el 18 de decembro en el Palacio de Exposiciones y Congresos de A Coruña. Tras un desayuno conjunto con representantes de las principales entidades del sector audiovisual en Galicia (AGADIC, CGAI, CRTVG, AGAPI, CLAG, CREA, AISGE) y del Ayuntamiento de A Coruña, comenzó el coloquio entre las distintas academias, moderado por la periodista, guionista y académica Araceli Gonda. En el encuentro comparecían, además del anfitrión Carlos Ares, presidente de la Academia Galega do Audiovisual, Joan Álvarez Valencia, director general de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España; Paulo Antonio Rodrigues De Noronha Trancoso, presidente de la Academia Portuguesa das Artes e Ciencias Cinematográficas; Joan Bas Viñals, vicepresidente de la Academia del Cinema Català; Jesús Marco, presidente de la Academia del Cine Aragonés acompañado por su vicepresidente, José Ángel Guimerá, y José Javier Paisano Vergara, presidente de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (ASECAN), en representación de la futura Academia del Cine y las Artes Audiovisuales de Andalucía.

Fue Carlos Ares quien empezó dando la bienvenida a los asistentes y lamentando la nula presencia de mujeres en la mesa, a pesar de que que las academias de cine española y catalana tengan presidentas (Yvonne Blake e Isona Pasola, respectivamente), que por motivos de agenda no pudieron acudir. Como tampoco pudo asistir la vicepresidenta de la AGA, Tamara Canosa, que estaba previsto que representase a esta Academia en el encuentro. Más allá de las ausencias particulares, Ares destacó el problema de desigualdad de género que afecta al audiovisual gallego y en general a la industria cinematográfica del mundo, como uno de los focos de trabajo que deben estar presentes en los objetivos de las academias.

Este, junto con cierta falta de juventud en las academias -«la nuestra es una Academia de cuarentones, comentó Ares al empezar»-, la integración o separación entre cine e televisión en estas entidades o la interconexión entre las Academias de la península y de otras partes del mundo, eran los principales asuntos planteados en la agenda de este coloquio, que se inició con una descripción por parte de cada Academia de su situación, funcionamento y líneas de trabajo. Comenzó Joan Álvarez, director general de la Academia española desde marzo de este año.

Joan Álvarez (Academia española).- La Academia está en una buena situación y va a estar en una situación fantástica dentro de poco. Soy optimista porque estamos mejorando. Pero tenemos que preguntarnos qué quiere decir esto. La Academia es una institución que se crea para favorecer la cultura del cine en España, con esa misión se juntaron una serie de profesionales para crearla hace más 30 años, teniendo como referencia el modelo de la Academia de Hollywood. Ellos crearon un mecanismo de promoción del cine, que son los Oscar, y nosotros en la Academia española, durante mucho tiempo hemos tenido un cuidado especial por los Goya como mecanismo para la promoción del cine español, y también un cuidado por la vida asociativa. En esta vida asociativa se dan una serie de rasgos que hacen que la situación de momento a mí me parezca favorable. Esto no quiere decir que hayamos encontrado soluciones, pero nos permite empezar a ver la botella un poco más ‘medio llena’ de lo que estaba. Tenemos un montón de proyectos interesantes que os contaré más adelante.

¿En Cataluña también sois optimistas?

Joan Bas (Academia catalana).- A dos días del 21-D no sé cómo contestar a esa pregunta [risas]. De cualquier forma en este momento es muy difícil hablar de la Academia o del cine abstrayéndola de la situación que vive el país. Estamos en una autonomía intervenida por el Estado, y esto afecta al sector, y mucho, y por extensión también a la Academia. Este año también tuvimos la desgracia de vivir el atentado de las Ramblas en Barcelona, y ahí empezó todo un declive general en la sociedad, se resintieron muchos sectores, y también el ánimo en las personas. Después vino todo el proceso político que, más allá de otras valoraciones, ha influido muy negativamente en la cultura. Hay datos que indican que desde julio de 2017 se ha perdido un 18% por debajo del crecimiento que se había ido logrando en la industria cultural, que venía creciendo a muy buen ritmo desde la anterior crisis de 2004.

Nuestra Academia está viviendo momento de espera a que se solucione el conflicto. Veremos qué pasa. Televisió de Catalunya es el motor de la producción audiovisual en Cataluña, o tendría que serlo, lo ha sido en muchos momentos, y en este momento podríamos decir que está a cero, la situación es grave. Nadie en la CCMA (Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals) está firmando nada, porque hay una intervención que decide en este momento si algo es importante hacerlo o no. Muchas producciones están paralizadas por esto. El ICEC, que depende de la Generalitat, tampoco puede hacer convocatorias. Si esto sigue así, en 1, 2 o quizá 3 años no va a haber recursos de ayudas para las producciones. Si hasta ahora cada año se hacían 3 o 4 llamadas para que se presentaran proyectos, en este momento no hay presupuesto para nada.

Me gustaría también agradecer a la Academia Galega do Audiovisual la oportunidad de encontrarnos hoy aquí. Muchas veces tenemos la sensación de que trabajamos solos, defendiendo nuestros problemas o pidiendo cosas imposibles… y hoy aquí nos sentimos bien, vemos que de alguna forma hay alguien más con problemas parecidos y de quien podemos  aprender mucho a la hora de pensar soluciones. Saber que no estás solo ayuda a ser un poco más optimistas.

Efectivamente, la razón de ser de este encuentro es demostrar que no estamos solos, que en cada Academia se está haciendo un trabajo que está bien compartir y que seguramente favorecerá el trabajo de las demás.  Jesús, ¿cómo está la situación en Aragón?

Jesús Marco (Academia aragonesa).- En Aragón estamos pasando uno de los momentos más dulces en el cine. Quizá sea gracias a Paula Ortiz y la gran cantidad de nominaciones que tuvo “La novia” en los premios Goya del 2016. Que una cineasta como ella haya llegado ahí con su ópera prima después de varios cortometrajes es fruto de una labor de muchos años. Recuerdo que hace 15 años Aragón era un desierto cinematográficamente hablando. Hemos tenido grandísimas figuras del mundo del cine como Buñuel, pero han hecho su trabajo fuera y no ha repercutido en nuestra tierra, en la creación de una pequeña industria cinematográfica local. Ahora vivimos una situación dulce, por varios motivos. Ha sido muy importante la creación de escuelas donde se están dando estudios relacionados con el cine y el audiovisual, tanto universitarios como de formación profesional, y hay una cantera de gente joven muy bien preparada, que han hecho muchos cortometrajes y han dado el salto al largometraje, ahora ya hay varios realizadores que están estrenando sus películas a nivel nacional. También ha influido el cambio de gobierno, que ahora es muy favorable a dar apoyo a la cultura, y ha multiplicado por 5 las ayudas que había para el audiovisual. Se está notando en la producción, hay muchos largometrajes  en marcha, se empezarán a ver a partir del año que viene.

En Andalucía todavía estáis en ese proceso de constituir una Academia. ¿De dónde sale esa necesidad o sensación de que necesitáis tener una Academia audiovisual?

Javier Paisano, (ASECAN).- De nuestro proyecto de Academia se viene hablando desde hace años. En Andalucía existe ASECAN, que es la Asociación de Escritores y Escritoras Cinematográficas de Andalucía  y que desde hace 30 años entrega los premios del cine andaluz, que llevan su mismo nombre. Y aunque siguen siendo considerados como unos premios que otorgan críticos, periodistas y escritores cinematográficos, desde hace 7 años ideamos que todos los cineastas que eran premiados entrasen en ASECAN, con lo cual en estos últimos años nuestra asociación ha ejercido un poco como una proto-Academia.

A la hora de montarla, en el último Festival de Cine de Huelva juntamos a las asociaciones andaluzas del sector, y allí nos pusimos de acuerdo para crear una Academia. A partir de ahí se ha montado una comisión, y trabajamos con la previsión de presentarnos formalmente como Academia del Cine y las Artes Audiovisuales de Andalucía en el próximo festival de Málaga, que será en abril. La idea es ofrecer a esta futura Academia que acoja los premios ASECAN y los organice, dándoles un nombre nuevo. De esa forma no empezamos unos premios de cero, son premios con 30 años de historia.

En cuanto a la situación del sector, esta semana empieza a tramitarse en el Parlamento de Andalucía la ley del cine. En principio es una ley consensuada con casi todas las asociaciones. Hay ayudas de la Junta de Andalucía y tenemos a Canal Sur que es un motor importante del cine. Una productora en Andalucía tiene dos formas de empezar a sacar adelante una película, que es con la compra de derechos de Canal Sur y las ayudas de la Junta de Andalucía. Si tienes una de estas fuentes de financiación, o las dos, es mucho más fácil ya conseguir dinero a nivel estatal.

La portuguesa es una academia joven pero que está trabajando mucho. ¿Cuáles son las principales líneas de este trabajo?

Paulo Trancoso (Academia Portuguesa de Cinema).- Nuestra academia es muy joven, tiene 6 años. Nació en un momento en el que hacía falta ser muy optimistas en Portugal, estábamos en medio de una situación económica muy dura, no había dinero, apenas se producía cine. Pero pensamos que era una buena oportunidad para cambiar todo y hacer cosas. Instituimos diferentes áreas. La principal es el área de premios, que tiene no solo los Sophia (nombrados así en honor a la poeta Sophia de Mello Breyner) sino también los Sophia Estudante, dirigido a escuelas de cine, que han terminado hace una semana con 82 films de varias escuelas, y un jurado que las premia. Hacemos una reunión en Lisboa de todas las escuelas y premiamos los trabajos de estudiantes en 4 categorías diferentes. Esta es una importante aproximación de los jóvenes a la Academia. También acabamos de crear unos premios a nuevos valores, que son los Premios Nico (en honor al actor Nicolau Breyner, fallecido en 2016), y también un premio para una mujer que se haya distinguido durante el año, que es el premio Bárbara Virgínia (la primera directora de cine portugués) y se entregará en enero en Lisboa.

Para las Academias un poco más veteranas parece que atraer a los jóvenes es todavía un reto, como lo es la igualdad de género. ¿De qué forma los estáis afrontando?

Joan Álvarez (Academia española).- En los últimos meses han entrado más de 300 académicos jóvenes, en un colectivo que tenía 1450 socios y ahora está en 1750 aproximadamente. Y es gente muy joven. La razón es que hemos bajado las exigencias para entrar en la Academia en las distintas especialidades. Si tú necesitas para entrar haber hecho 2 guiones de película estrenada y no tres, como antes, puedes entrar antes. Ha habido una apertura en las condiciones para que entrara gente joven, y se ha hecho además una invitación expresa a un montón de gente que ya tenía una significación en el sector.

Joan Bas (Academia catalana).- Nosotros en eso tenemos todavía un gran reto. Las normas que hay para entrar en la academia dificultan la entrada de gente joven. Creíamos que una de las puertas podía ser potenciar mucho los cortometrajes, que a través de ellos tuviesen acceso los jóvenes a la Academia, pero aún estamos trabajando en ello.

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).- En nuestro caso sí nos hemos ido ganando la valoración de la gente joven, a través de las distintas actividades que hacemos, que están muy orientadas hacia ellos. Claro que hay siempre una desconfianza inicial hacia las Academias o lo “académico”, pero se ha ido disipando. Cuando nació la Academia tenía 30 y pico miembros, ahora somos más de 300.

Jesús Marco (Academia aragonesa).- Pues yo tengo que decir que nuestra edad media es de 30-35 años, yo soy de los más viejos y eso es una alegría. Hay mucha gente joven porque en Aragón se hace mucho cortometraje. En la Muestra de cortometrajes aragoneses, que también dirijo, este año ha habido unos 40 o 50 cortos que merecían ser mostrados. Mucha gente ha empezado así y son gente muy joven, que lamentablemente no pueden vivir del audiovisual aquí y, como ha pasado siempre, si quieren trabajar tienen que irse a Madrid o a Barcelona. Poco a poco sí existen productoras que van haciendo cosas, publicidad, etc, pero sí está difícil vivir del audiovisual solamente. A través de las ayudas que he mencionado antes sí que esperamos un cambio de rumbo en este sentido para los próximos años.

Joan Álvarez (Academia española).- Con respecto a la desigualdad de género, que es otro de los problemas que a nosotros también nos afecta y nos preocupa, lo tenemos identificado y estamos haciendo cosas para que mejore. Nuestra junta directiva, de 31 miembros, está prácticamente en paridad hombre-mujer. Nuestra presidenta es una mujer y la segunda vicepresidenta también, Nora Navas. Este año en los nominados de los Goya, en dirección hay dos directoras, una consagrada como Isabel Coixet, y la otra novel. Algo se está moviendo.

Carlos Ares (Academia gallega).- Este año en Galicia ha habido bastantes producciones dirigidas por mujeres, en un mayor porcentaje que nunca, pero curiosamente son películas de bajo presupuesto. Estas son cosas que debemos analizar. En nuestra Academia somos un 60 y tantos por ciento de hombres, frente a un 30% de mujeres. Según la ONU, cuando en cualquier entidad, asociación o lugar de trabajo el porcentaje de mujeres no llega al 37% se puede hablar de discriminación. Es un problema que debemos tener en cuenta para buscar soluciones entre todos.

Javier Paisano (ASECAN).- En Andalucía también vemos claro este problema: de las candidaturas que se han presentado este año, solo un 23% son mujeres. En cuanto se constituya la Academia tendremos que ver cómo afrontar esto.

Joan Álvarez (Academia española).- Para nosotros es una línea de trabajo prioritaria, promover que haya más mujeres y con más poder en el cine. Esto lo estamos haciendo con un trabajo de concienciación, que es por donde pensamos que tenemos que hacerlo. Como sabéis, en España hay una asociación de mujeres cineastas, CIMA, que promueve la igualdad, y estamos trabajando con ellas y con otras asociaciones. En el último Festival de San Sebastián hicimos un foro sobre este asunto, invitamos a la directora del instituto sueco del cine. Suecia es el modelo, sin ninguna duda: en 4 años han conseguido pasar de un veintitantos por ciento de participación de la mujer a un 50% con una serie de medidas que estuvimos analizando y que queremos proponer a las autoridades cinematográficas y a las asociaciones profesionales para que traten de implementar. Nosotros como Academia lo único que podemos hacer es liderar movimientos, no tenemos capacidad para implementar estas medidas: no somos un sindicato ni somos una administración, pero podemos liderar estos asuntos.

¿Cuál creéis que es la misión de las Academias en los tiempos que corren?

Joan Álvarez (Academia española).- Nosotros somos una academia de cine solamente, es una diferencia muy importante con respecto a las academias autonómicas. Para nosotros una de las mayores preocupaciones es la debilidad del cine que se hace en España. ¿Cuál es esta debilidad? Muchos dicen que es la financiación, puede que tengan razón, pero para nosotros la mayor debilidad es el público, las audiencias. Nosotros tenemos que intervenir para cambiar la lógica en el gusto cinematográfico del país. En eso estamos trabajando de manera decidida. Lo estamos haciendo principalmente con un programa de educación, con el que estamos tratando de llevar el cine a las escuelas, para que se formen esa generación que ahora tiene entre 12 y 18 años en un gusto que no sea estrictamente el norteamericano. Esa es una de las líneas de trabajo que estamos desarrollando.

Joan Bas (Academia catalana).- El tema de la diversidad es muy importante, debemos hablar más de esto. Me gustaría citar un trozo de entrevista a Win Wenders, el presidente de la Academia del Cine Europeo, en la que dice «sin duda, y cada vez de forma más radical, a medida que la industria americana cae en su propia trampa con un cine absolutamente anquilosado, y condenado a la producción de franquicias y secuelas, se hace más evidente la necesidad de otro capaz de exhibir la riqueza y complejidad de nuestras diferentes culturas. El cine no puede perder su sentido de aventura artística, no podemos tener la tentación de rodar películas que pueden suceder en cualquier sitio y en cualquier momento, y que nadie sabe donde pasan. Además en estos tiempos el cine tiene una gran responsabilidad, le toca a él defender a Europa como fuente inagotable de diversidad cultural. El discurso economicista y simplificador no puede prevalecer. La definición de Europa tiene que ver con su contribución a los derechos humanos, la democracia, la libertad y la igualdad. Nuestra larga historia de guerras nos avala para reivindicar el diálogo como única forma de solucionar los conflictos».  Creo que el entendimiento entre las Academias puede fortalecer mucho el que la idiosincrasia de cada pueblo no se vea aplastada culturalmente por Hollywood.  

Javier Paisano (ASECAN).- Al hilo de esto se me ocurre una pequeña maldad: ¿Las academias debemos dedicarnos solo al cine conocido como de ‘autor’ o al cine industria también? Porque nosotros ya tenemos este debate, incluso antes de empezar.

Joan Álvarez (Academia española).- Yo diría que las academias tienen que dedicarse, más que al cine a los cineastas. Esta diferencia es importante, porque el cineasta puede hacer películas buenas o malas, pero no deja de ser cineasta. Nosotros somos un colectivo de cineastas. Y el qué cine hacer o apoyar va por otro lado, ahí te metes o bien en terrenos que son de la Administración, que es la que tiene que hacer políticas del cine, o bien en defender intereses sectoriales, y nuestra posición es otra. Nosotros como Academia no nos podemos meter en el terreno de los productores, o de los guionistas, tenemos que encontrar otras causas que sean de todo el colectivo. Por eso estamos definiendo otros campos de trabajo a través de la Fundación Academia: la formación de las nuevas audiencias, más mujeres en el cine, promoción exterior (lo que yo llamo la diplomacia del cine).

Jesús Marco (Academia aragonesa).- En Aragón siempre tuvimos clara la importancia que existan Academias como las nuestras porque es la única manera de aglutinar a muchas personas que intentan vivir del audiovisual, y darles voz, para poder ser un interlocutor con las instituciones. Nosotros somos una asociación profesional que beneficia a todo el mundo y que ha sido clave para ir consiguiendo cosas, en una comunidad autónoma que antes era un erial en lo cinematográfico. Nacimos en 1999 a partir de la anterior Asamblea de Cineastas Aragoneses, y en este tiempo hemos ido convenciendo a los gobernantes de que creamos cultura y riqueza para los lugares donde se hacen películas. Y de que el cine es una herramienta también para turismo y darnos a conocer como territorio y como pueblo. Contamos nuestras historias para dar a conocer cómo somos y aportar nuestra idiosincrasia a la diversidad que necesita el cine. Para esto, entre otras cosas creamos los premios Simón, en honor a la película de Buñuel “Simón del desierto”, que se celebran desde 2012.

Javier Paisano (Academia andaluza).- Mi impresión es que las Academias territoriales tienden a ser más reivindicativas, porque somos quienes trabajamos con más proximidad al sector a pie de calle. Así como la Academia de Cine Española mantiene, digamos, cierto caché y su papel en la promoción del cine es incuestionable, para los que estamos en el terreno y en la periferia los problemas quizá sean otros, de forma que puede sonar a que más que Academia somos asociaciones que reivindican cosas y actúan como lobby sobre los gobiernos. Además en Andalucía es que es un territorio muy grande y necesitamos una voz fuerte y única, más allá de las peticiones sectoriales de productores, etc.

Joan Bas (Academia catalana).- Nuestra Academia tiene además, como otras de las que estamos aquí, otra misión que es la de defender nuestra lengua. Hay que intentar mantener, sin pasar por delante de otras consideraciones artísticas, el apoyo al cine en catalán. Y lograr que tenga un poco más de apoyo, en igualdad de condiciones. Es una parte importante de nuestras preocupaciones.

Gran parte de los recursos, la energía e incluso la razón de ser de las Academias se suele centrar en los premios. ¿En qué medida ayudan a dinamizar nuestro sector?

Joan Bas (Academia catalana).- Desde luego el principal motor de nuestra Academia es organizar cada año los premios Gaudí, que hasta ahora cada año se han ido superando en audiencia en su emisión por TV3, con casi un 15% de share y medio millón de personas viendo los premios. Es una puerta abierta a enseñar toda la producción que se hace aquí. Los premios están creciendo y es una gala muy importante. Suponen un impacto de visibilidad tremendo para las películas, ya desde el momento en que se anuncian las nominaciones.

Joan Álvarez (Academia española).- En los Goya también, obviamente, aunque depende de en qué momento de explotación coja a cada película. Hay películas que ya están muy explotadas cuando se presentan, otras aún necesitan ese apoyo o repercusión para completar su recorrido. Esas películas pueden subir mucho su taquilla con la nominación, como le puede pasar este año a “Handia” con sus 13 candidaturas.

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).– En Portugal también se nota algo. Las películas que triunfan en los premios Sophia suelen ser exhibidas de nuevo en la Fiesta del Cine, que es un evento que organizan los exhibidores para dinamizar la asistencia a salas, similar al que se hace en España. Así que sí, esto supone un impulso mayor. Como comenté antes, en nuestro caso los premios son importantes, porque tratamos de diversificarlos y damos muchos a distintos valores, incluyendo los jóvenes, las escuelas, las mujeres…  y además son una herramienta de promoción internacional. Nosotros trabajamos desde el principio con las academias europeas e iberoamericanas, formamos parte de la recientemente creada FIACINE (Federación Iberoamericana de Academias de Cine), y participamos en los premios Platino, así como también enviamos siempre películas a los premios Goya, a los Oscar y a los Ariel de México.

Joan Bas (Academia catalana).- Más allá de la propia gala, en Cataluña tenemos montado un ciclo llamado Ciclo Gaudí, para hacer que el cine vaya a la población. Un día a la semana promovemos que una película catalana se proyecte en una población distinta, normalmente los jueves. Esto tiene una aceptación muy buena, con una media de unos mil espectadores por semana, que además ha dinamizado los cines en estos pueblos, incluso en algún caso ha hecho que reabra algún cine que está cerrado, para acoger estas proyecciones que tienen tan buena aceptación. Esto ha pasado en Badalona y en otros sitios, y creemos que es muy bueno también para el sector de la exhibición.

Jesús Marco (Academia aragonesa).- En nuestro caso la creación de los premios Simón también nos ha ayudado a que entre la empresa privada en su financiación, y más desde que los ha empezado a retransmitir la televisión aragonesa. Eso sí, todo el dinero que conseguimos a lo largo del año entre ayudas del Gobierno autonómica y las cuotas de los socios lo acaban absorbiendo los premios, nos queda poco para el resto, y nos gustaría que no fuese así, por eso seguimos luchando para  poder tener un remanente mayor con el que hacer más actividades, y sacar adelante nuevos proyectos.

Otro tema que está sobre la mesa es de qué forma integrar en las academias el cine con otras disciplinas audiovisuales, porque sí es cierto que los profesionales en muchos casos lo son de cine y televisión. Aquí hay Academias como la nuestra que son de audiovisual, y otras que son solo de cine. ¿Cómo veis esta relación entre cine y televisión?

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).– Nuestra Academia de momento es solo cine, pero hay una presión muy grande para que se transforme en un BAFTA, es nuestra referencia. Me gustaría saber vuestras experiencias en este sentido. Nosotros hemos hecho recientemente una encuesta a nuestros socios y hay una mayoría abierta a esta integración de cine y televisión.

Carlos Ares (Academia gallega).- En Galicia nuestra Academia es de cine y televisión, de audiovisual en general. También lo son los premios, pero estamos abiertos a revisar esto en el futuro y crear dos entregas de premios diferentes.

Javier Paisano (Academia andaluza).- Nosotros que estamos empezando, ya seríamos una academia de cine y de las artes audiovisuales. Cine y televisión.

Joan Álvarez (Academia española).- Yo cuando entré en la Academia presenté una estrategia a tres años, y una de las propuestas era imitar el modelo de BAFTA, con cine, televisión y videojuegos. La junta directiva lo ha visto con simpatía. Pero en España hay que mover montañas muy grandes para transformar esto, porque ya hay una Academia de Televisión, porque los videojuegos van por otro lado completamente distinto, y porque las televisiones son un mundo a parte. Supongo que en Portugal también.

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).–  Sí, pero los profesionales al final se mueven por los dos ámbitos, y por eso nosotros hemos cambiado de idea en estos seis años. Claro que en Portugal no hay Academia de Televisión, y eso facilita mucho las cosas. De todas formas este año en los Sophia vamos a incluir por primera vez un premio para series de televisión o tv-movies.

Javier Paisano (Academia andaluza).- De todas formas, yo creo que aunque la Academia sea para cine y tv, los premios deberían estar separados, como en los BAFTA. En nuestra futura organización lo vamos a plantear así.

Además de los premios, ¿en qué otros proyectos estáis trabajando desde las academias?

Joan Álvarez (Academia española).-  Nosotros hemos creado la Fundación Academia para llevar a cabo una serie de proyectos que vayan más allá de los premios y se realicen durante todo el año, de forma que se puedan financiar y esponsorizar de forma independiente, potenciando la marca Academia, no solo la marca Premios Goya. Hemos firmado tres proyectos muy importantes que hemos diseñado y negociado con distintas instituciones para su financiación, os los cuento brevemente:

Con el Ayuntamiento de Madrid estamos organizando un encuentro internacional de academias bajo el título “Todos los cines del mundo”, en el que vamos a invitar a todas las academias y a las asociaciones que dan premios equivalentes a los Goya. Será por un lado, una reunión de sus representantes (como esta pero de todo el mundo) y nuestra propuesta es que se estudie crear una asociación o federación internacional de academias de cine, que no existe. De hecho hemos presentado el proyecto a la UNESCO para que lo considere dentro de su programa para el fomento de la diversidad cultural. Y por otro lado queremos hacer una muestra con las películas que ganan el premio en cada una de las academias. Con esto lo que pretendemos es mostrar la enorme diversidad que tiene el cine en este momento. Parece que vivimos con el esquema de Hollywood por un lado y el cine de nuestro país por otro, o como mucho miramos a Europa o Latinoamérica, pero el cine que se está haciendo en India, Corea, Tailandia o Nigeria es un cine muy interesante, y esa es la pluralidad que queremos mostrar con este encuentro.

Otro proyecto que tenemos en marcha, con una financiación importante que puede llegar a tener un millón de euros, es un fondo de apoyo a la creación joven, que viene de marcas comerciales y que tiene una desgravación fiscal de un 90%. Esto se ha podido hacer gracias a que el ministerio de Hacienda todos los años califica como plan especial de desgravación una serie de acontecimientos, como el año Cervantes. Este año se va a incluir ahí una línea de  apoyo especial a los jóvenes creadores y a la promoción y estudio el patrimonio cinematográfico español. Nosotros vamos a usar esta fórmula para crear un fondo que se destinará a la financiación de una ópera prima. Ahora estamos constituyendo el jurado, y viendo la fórmula administrativa, porque no puede ser dinero para un productor. Lo produce la fundación, por decirlo así, y cualquier retorno económico es un dinero que regresa a nosotros, de forma que el fondo se puede retroalimentar con lo que se obtenga.

El tercer proyecto que tenemos, con el ministerio de Educación, es el diseño y creación de un portal educativo del cine español para nutrir con 100 películas, con sus fichas didácticas, a los 300 centros educativos (escuelas e institutos) que dependen del ministerio que enseñan español en todo el mundo. Y queremos que esto se pueda ampliar a los colegios e institutos de España. Estamos negociando con EGEDA para que fije unos derechos especiales para el uso legal de películas en las escuelas. El siguiente paso es negociar con todas las autoridades educativas, que son las 17 comunidades autónomas, además del ministerio de Educación, para tratar de que haya un programa en los centros educativos con este canon de cien películas, algo así como una asignatura de cine, que no está contemplada dentro del currículo en la LOMCE, pero que sí que contempla otras competencias relacionadas con el cine que se pueden integrar en otras asignaturas: artes plásticas, literatura, etc.

Jesús Marco (Academia aragonesa).- Esto es algo que también en Aragón estamos potenciando mucho, que no solo nuestra actividad sean los premios Simón, si fuese así la Academia no tendría razón de ser. Y hemos conseguido que para este próximo año el Gobierno de Aragón nos dé dinero para otras actividades: talleres, formación y otros proyectos. Es una lucha que desde el momento en que fui nombrado presidente he querido conseguir. Ahora vamos a intentar convencer a las empresas privadas para que nos apoyen economicamente no solo para los premios, de forma que podamos hacer más cosas.

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).- Más allá del área de premios, en nuestra Academia tenemos un área expositiva, porque nos parece importante hacer todos los años una gran exposición. Hemos hecho una sobre los carteles en la cinematografía portuguesa, y en enero inauguramos una muestra  sobre Raúl de Caldevilla, un cineasta visionario portugués de principios del siglo pasado, que hacía también los carteles de sus películas. Vamos a hacer esa exposición de esos carteles integrada con una retrospectiva de sus films en la Cinemateca.

También tenemos otras iniciativas ligadas a la formación, como “A Quatro Mãos” un encuentro para la escritura de guión de cine y tv en portugués, con masterclasses con figuras invitados internacionales   o a la internacionalización, como “Pasaporte”, donde invitamos a directores de casting de varios países para que conozcan a nuestros actores y actrices. Esto ha funcionado también muy bien, ha hecho que vayan muchos actores para series y películas internacionales, y también ha servido para acercar a actores jóvenes a la Academia.

Carlos Ares (Academia gallega).- En nuestro caso hemos conseguido que el año que viene va sea el primer año en que los premios Mestre Mateo no se lleven el 70% de nuestro presupuesto, vamos a hacer más cosas al haber ampliado el convenio con el Ayuntamiento de A Coruña para montar la Oficina de Cooperación Audiovisual, que será una entidad de apoyo y asesoramiento a creadores y también para productoras que quieran rodar en Galicia.

Nuestra idea también es diversificar nuestra actividad, y tenemos varios proyectos recientes que van en este sentido, como la SEMUA (Semana de las Músicas del Audiovisual), que es una semana con conciertos de compositores gallegos y de fuera, con repertorios basados en sus músicas para cine y televisión.  O los Premios María Luz Morales para la investigación en audiovisual, que hemos estrenado en 2017. Tradicionalmente también organizamos talleres y masterclasses, sobre todo dirigidas a profesionales, pero también tratamos de acercar nuestra profesión a colegios e institutos a través de los Mestre Mateo, y llevamos a los finalistas a que den charlas por centros de toda Galicia. En este sentido, queremos hacer aún más cosas para los jóvenes, relacionadas con la formación audiovisual. Aquí hay una asignatura de audiovisual en el bachillerato de arte, que se imparte en unos pocos institutos de Galicia, y hay profesores que por su cuenta hacen material audiovisual. Queremos prestarles atención, conocer mejor su trabajo, nuestra idea es juntar a esta gente y ver qué podemos hacer con ellos en clave de educación audiovisual.

Joan Álvarez (Academia española).-  Pues trabajemos juntos. Yo creo que sería interesante que terminemos este encuentro pensando en qué podemos hacer juntos, estaría muy bien establecer una plataforma de colaboración.

Jesús Marco (Academia aragonesa).- Yo os transmito el deseo de que la próxima reunión de Academias la hagamos en Zaragoza, os invito formalmente a hacerlo allí y buscar una fecha, dentro de un año.

Joan Álvarez (Academia española).-  La idea que os quería proponer es la de hacer una red de Academias, inspirándonos en la que ya tienen, por ejemplo, las Filmotecas del país. Yo creo que es un modelo a considerar. Crear una red de intercambio de información, colaborar en proyectos, incluyo yo diría que considerásemos el proyecto de cine y educación, que es algo que nos atañe a todos, y ahí nos podemos encontrar con mucha facilidad.

Joan Bas (Academia catalana).- Es una idea estupenda. La decisión tendrá que pasar por las juntas directivas de cada Academia, pero desde luego nos parece un camino necesario.

Carlos Ares (Academia gallega).-  La plataforma puede ser muy útil para estar también pendientes de otros asuntos, como el Estatuto del Trabajador/a de la Cultura. Nosotros presentamos una ponencia en el Congreso de los Diputados sobre esto. Tenemos que hacer seguimiento porque parece que en marzo se prevé que se pueda aprobar este Estatuto.

Joan Álvarez (Academia española).- Desde la Academia nosotros estamos tratando de proponer un gran pacto social por el cine y la cultura, en el que nos gustaría invitaros a colaborar. Se trata de promover la importancia del cine en nuestra sociedad, y ganarnos de nuevo al público, es el gran reto que tenemos por delante.

Carlos Ares (Academia galega).- Trabajemos, pues, en estas líneas. Fomentar la educación en el cine y la cultura audiovisual, promover la igualdad de género en nuestra profesión, y la diversidad cultural que aporta el cine en los distintos territorios. Y hacer acciones conjuntas para promocionar de forma interna y externa nuestro audiovisual. Planteemos esa plataforma, no solo a nivel estatal sino también dialogando con Portugal, tenemos muchos retos que compartir y experiencias que aprender unas academias de otras, como se ha podido ver aquí en este primer encuentro.

Quedamos entonces emplazados a concretar formalmente esta red o plataforma de colaboración. Ha quedado clara la intención de hacer que este encuentro no sea puntual, que la colaboración se extienda a lo largo de todo el año y que se manifieste de forma presencial el próximo año en Zaragoza. Muchas gracias a todos por participar.


Entrevista a Miguel Mariño, novo director da Academia

Por primeira vez a Academia integrou este ano na súa estrutura de persoal o posto de dirección, unha figura encargada de liderar o traballo nas distintas liñas que ten abertas a institución e de formular novas estratexias a medio e longo prazo. A persoa designada a finais deste verán para asumir este papel foi Miguel Mariño. 

Nacido na Coruña, Mariño pertence á primeira promoción de produtores que saíron da Escola de Imaxe e Son, compañeiro de clase de Alfonso Zarauza, Paula Fernández ou Alfonso Blanco. Tamén foi alumno do Máster de Produción e Xestión Audiovisual da Voz. Comezou traballando en produción eno departamento de desenvolvemento de diferentes produtoras, tanto en producións modestas como en proxectos internacionais e iso facilitoulle, cos anos, a transición cara a produción e dirección da súas propias obras.  Desenvolveu proxectos artísticos en  Londres, Berlín e México e é o primeiro cineasta que recibiu bolsa nas dúas liñas de axudas do MAC.  En outubro cumpríu corenta anos e entrou a traballar na Academia.

Fotos: Tamara de la Fuente

Acabas de asumir un posto que non existía ata agora. Inicia este nomeamento unha nova etapa na Academia?

As diferentes xuntas directivas que rexeron o rumbo da Academia desde que foi creada hai quince anos sempre traballaron cunha folla de ruta marcada polos seus estatutos. Nesta nova etapa que se abre coa miña incorporación ao equipo, como non podería ser doutra forma, os fins e obxectivos xerais continuarán sendo os mesmos: apoiar e fortalecer o desenvolvemento, o coñecemento e a promoción do noso sector. Parte das miñas responsabilidades pasan por definir estratexias que poidan responder con garantías a esa vocación transformadora a medio e longo prazo que a actual xunta directiva pretende para esta nova etapa. É un verdadeiro privilexio ter a oportunidade de poder poñer os meus case vinte anos de experiencia ao servicio do sector audiovisual galego no seu conxunto. É unha gran responsabilidade que asumo con entusiasmo.

En que obxectivos se pode condensar o proxecto da Academia para os próximos anos? Cales son as liñas de traballo? E as prioridades?

Na miña opinión, calquera deseño de estratexias debe partir dende unha análise que determine e defina as problemáticas e carencias ás que nos enfrontamos. Poñer en marcha este proceso de avaliación e diagnose é todo un reto en si mesmo, pero é un paso necesario para que calquera acción, proxecto ou plan que poñamos en marcha parta cunha base sólida.

A grandes rasgos as liñas de acción nas que estamos a traballar están orientadas a incentivar e promover estudos e informes que nos axuden a reflexionar sobre a nosa situación actual; activar programas formativos a todos os niveis, priorizando a formación cualificada para profesionais; ou articular e impulsar a colaboración con todos os axentes que desempregan un papel relevante no noso ecosistema audiovisual e cultural, prestando especial atención a todos aqueles proxectos que nos permitan participar de redes internacionais. Pero se tivese que resumir e condensar os principios nos que se asentan as diferentes liñas de traballo, entón tería que mencionar a promoción da identidade, o fomento da creatividade e o desenvolvemento do talento como bases prioritarias dende as que estamos a construír.

Existe ademais  un problema que afecta transversalmente ao noso sector, dende o audiovisual máis industrializado ao Novo Cinema Galego. A porcentaxe de mulleres é moi inferior á dos homes. Visibilizar e prestixiar o traballo das nosas creadoras e técnicas é a liña mestra que está presente en todas as políticas de acción da Academia.

«A ACO é un dos novos proxectos da Academia que verá a luz nos primeiros meses do 2018, coa misión de apoiar o talento e tecer redes de colaboración entre profesionais, coas institucións e tamén cara a fóra»

En que consistirá a Oficina de Cooperación Audiovisual?

A ACO é un dos novos proxectos da Academia que verá a luz nos primeiros meses do 2018. O espirito da iniciativa, o motor que a botará a andar e que impulsará o seu desenvolvemento futuro non é outro que o apoio ao talento. Promover a creación de redes profesionais e fortalecer a colaboración entre creadores, produtoras e institucións públicas e privadas é un dos principais obxectivos vertebradores da oficina. Á ACO poderán achegarse proxectos cinematográficos de ficción e non ficción, formatos para televisión, proxectos de narrativas interactivas, transmedia, videoxogos e proxectos de corte máis experimental e artístico. Todos eles atoparán asesoramento profesional especializado nas áreas de desenvolvemento, busca de financiamento, produción, estratexias de difusión e promoción, así como a posibilidade de contar con asesoría fiscal, laboral e xurídica.

Máis a ACO tamén será a ferramenta da Academia para fomentar a cooperación do audiovisual galego co resto dos sectores que forman as industrias culturais: música, artes plásticas, teatro, edición, etc… sempre cunha intención de vincular o local ao global, algo que deixamos claro co propio nome da oficina ao establecer o xogo de palabras entre o acrónimo do inglés Audiovisual Cooperation Office e o adverbio galego que indica un lugar próximo ao que fala.

Cal cres que debe ser o papel dunha Academia coma esta no contexto do noso sector audiovisual?

Penso que as Academias en xeral, se para algo teñen sentido, é para funcionar como puntos de reflexión e análise, lugares que favorezan o encontro entre profesionais e que deberían integrar as vontades e os desexos de todo un colectivo, non só dos que están dentro. Neste sentido, as case catrocentas socias e socios cos que actualmente conta a Academia, fan que case todas as familias profesionais que forman o noso sector estean representadas polos afiliados. Pero, aínda que poidamos dicir con certo orgullo que proporcionalmente somos a Academia máis numerosa das que no Estado español hai dedicadas ao audiovisual, temos que ser conscientes tamén de que hai certos colectivos dentro do noso contexto profesional que non se senten representados pola institución.

Creo que unha das labores máis importantes que debemos afrontar é a de traballar para que o audiovisual galego no seu conxunto, sexan académicos ou non, sintan a Academia como un lugar útil, que expande e actualiza a nosa cultura cara ás futuras xeracións, cara aos segmentos de poboación non afíns e cara ao exterior.

Estamos nunha Academia que xunta profesionais do cine, da TV e doutros formatos audiovisuais marca. Como mínimo é unha peculiaridade no contexto de Academias de outros lugares. Que ten isto de vantaxe e que ten de oportunidade?

Imaxino que a decisión que levou a concretar o radio de acción da Academia como “Audiovisual”, en detrimento doutras fórmulas como por exemplo “Cine e Televisión” respondía a unha serie de características definitorias do noso sector no momento da súa creación. As empresas que daquela formaban o tecido industrial producían unha gran diversidade de formatos que non sempre tiñan como ventá de difusión a sala de cinema ou a televisión. Ante as diferentes posibilidades, optouse pola opción inclusiva. Se hai uns anos podería parecer como unha falla de madurez da propia industria, que non tiña produción dabondo para poder ter unha Academia de Cinema e outra de Televisión, na actualidade e coa profunda reconversión que está a vivir o sector, a definición de “Audiovisual” para unha Academia pode acabar sendo visionaria, vangardista e estratexicamente positiva, baixo o meu punto de vista. A popularización e desenvolvemento de novas tecnoloxías, que tamén propiciaron a aparición de novos formatos (recordemos que cando naceu a Academia aínda non existía Youtube) e a converxencia tecnolóxica fai que actualmente as grandes fronteiras que separaban o cinema da televisión e a televisión da web ou os videoxogos sexan cada vez máis difusas. Os propios espazos de exhibición tamén se están volvendo máis permeables e compartindo contidos. Pensemos, por exemplo, na relación cinema e museo vertebrada a través dos festivais.

Considero que non deberíamos ser conservadores neste sentido e apostar firmemente e con convencemento pola incorporación de todos aqueles formatos e expresións que existen dentro do noso ecosistema audiovisual contemporáneo, polos seus profesionais e polos seus creadores. Recuperemos o espírito fundacional da Academia, aquel que dun xeito natural optou por unir antes que por separar, bautizándose a si mesma como “Audiovisual”.

«Se hai uns anos sermos unha Academia “do audiovisual” podería parecer como unha falla de madurez da propia industria, que non tiña produción dabondo para poder ter unha Academia de Cinema e outra de Televisión, na actualidade esta definición pode acabar sendo visionaria»

Atreveríaste a facer unha análise DAFO moi sintética do sector audiovisual en Galicia?

Aproveito para insistir na idea de que a Fortaleza do noso audiovisual radica no talento dos nosos creadores: Oliver Laxe en cinema, Bambú producciones en TV, Gato Salvaje Studio en videoxogos, Carla Andrade no cinearte, son só catro exemplos, por certo, ningún deles académicos polo momento. Unha das nosas Debilidades é consecuencia directa dos baixos porcentaxes de consumo de cultura da nosa sociedade. Precisamos de políticas eficaces de estímulo da demanda. A gran Ameaza e a gran Oportunidade, xa non só para o noso audiovisual, senón que para o conxunto das industrias culturais, ten que ver para min cun mesmo asunto: a nosa lingua e cultura é o noso principal activo, e nos últimos anos non está sendo todo o atendida e protexida que debera, xa que as porcentaxes de uso, a presenza en medios de comunicación, en redes, etc… non para de descender. Aínda así, hai certas tendencias que debemos celebrar xa que está a medrar o número de longametraxes cunha clara vocación comercial feitas coa versión orixinal en galego.

Que cousas quedan por reivindicar aos poderes públicos?

Moitas son as áreas específicas do noso sector que aínda precisan de propostas concretas para mellorar. Nese sentido a Academia está traballando para ser un vehículo de consenso que poida articular todas esas demandas e proposicións colectivas e facérllelas chegar ás administracións públicas. De entre elas, unha serie de reivindicacións destacan pola súa urxencia, como son: a freada da caída do gasto destinado á cultura, o aumento na transparencia e eficiencia do investimento de cartos públicos, o cumprimento da Lei de igualdade coa garantía de que homes e mulleres accedan en condicións de igualdade aos fondos públicos e, por último, que as políticas destinadas ao audiovisual sexan sustentables a medio e longo prazo.

Como intúes que percibe a sociedade o traballo que facemos? Como se pode traballar mellor neste sentido?

É evidente que entre todas as nosas actividades, a que goza dunha maior popularidade son os Premios Mestre Mateo, pero ao contrario que outras Academias a nosa labor vai máis alá da celebración dos galardóns. Traballar cunha determinación clara de apertura ás diferentes dinámicas sociais e cunha difusión eficaz das nosas actividades é unha das prioridades desta nova etapa. Somos conscientes de que en ocasións podemos dar a sensación de ser un sector endogámico, pero non debemos esquecer que traballamos para que o noso labor chegue á sociedade.

«O panorama con respecto ao papel das mulleres no noso sector é preocupante e fan falla medidas urxentes.»

Nos últimos anos a Academia vénse destacando na reivindicación do papel das mulleres no audiovisual, que queda por facer neste ámbito?

Unha ollada á esclarecedora reportaxe “Audiovisual Galego, lonxe da igualdade de xénero” que Montse Dopico realizaba para os Papeis da Academia 2015 situaranos rapidamente nunha realidade na que, por exemplo, en toda a historia dos premios do audiovisual galego, dende os AGAPI de 1996 ata os Mestre Mateo do 2017, ningunha muller foi galardoada na categoría de son, iluminación e fotografía; dirección, guión e montaxe rondan o 10% respectivamente, pero a cousa cambia cando falamos de maquillaxe e perruquería, onde a pocentaxe de mulleres galardoadas situase arredor do 75%, chegando ao 100% no caso de deseño de vestiario. Os roles de xénero tradicionais non son algo do pasado e precisamos máis que nunca que as boas intencións se traduzan en accións eficaces para tentar lograr acadar unha situación máis equilibrada e paritaria. Máis non só o equilibrio nas porcentaxes é unha necesidade, senón que as prioridades tamén pasan pola reducción da brecha salarial e a mellora nas condicions laboráis. Nese sentido, a Asociación de Actores e Actrices, Escena Galega, a Mostra de Teatro de Cangas e a Academia levan involucradas nos dous últimos anos no impulso dun informe sobre as condicións sociolaborais da muller no sector cultural. Este informe estará elaborado polo Consello da Cultura Galega, financiado pola Xunta, e prestará especial atención ao ámbito das artes escénicas e audiovisuais. Aínda non se coñecen os resultados deste informe, pero creo que lamentablemente todos podemos imaxinar, sen medo a trabucarnos demasiado, por onde irán o sentido dos datos. O panorama é preocupante e fan falla medidas urxentes.

Tamén se ten abordado a cuestión da precariedade laboral. Camiñamos cara a unha mellora das condicións no sector ou hai que ser pesimistas?  Que pode facer ao respecto a Academia, que é ante todo unha asociación de profesionais?

Efectivamente, non somos un sindicato, somos unha asociación de profesionais, e como tal, entre os nosos obxectivos está o de traballar na procura dunhas condicións dignas para todos os traballadores do sector. A redución de orzamentos públicos e investimentos privados que trouxo a crise tivo a súa tradución directa nunha diminución drástica no número de producións e dos tempos empregados para a súa execución. Se a esta escaseza de traballo, que empurrou a moitos profesionais á vía do autoemprego (mal chamados emprendedores), lle sumamos, xa non a conxelación, senón a redución nos salarios, a ecuación dá como resultado inseguridade e inestabilidade. Non semella que esto vaia cambiar substancialmente nun futuro próximo, así que a labor da Academia pasa por estar alerta e denunciar de xeito público malas prácticas. Pero tamén achegar solucións contra a precariedade e propoñer iniciativas encamiñadas a mellorar as condicións laborais das traballadoras e traballadores do audiovisual, os seus réximes fiscais e as súas prestacións. Nesta liña, o pasado catro de outubro o presidente da Academia, Carlos Ares, comparecía no Parlamento do Estado ante a subcomisión encargada da elaboración do futuro estatuto dos traballadores da Cultura.

Por outro lado, isto non deixa de ser unha Academia, e nos últimos tempos tamén se puxo o foco na investigación audiovisual, coa creación dos premios María Luz Morales. Que papel xoga a investigación neste sector? E a educación?  

Promover, apoiar e difundir a investigación científica en materia audiovisual contribúe directamente á produción de coñecemento, que é unha necesidade fundamental para poder en primeiro termo achegarnos a unha radiografía fiel e obxectiva de quen somos e onde estamos. Sermos quen de identificar as nosas eivas e fraquezas, as cuestións a mellorar, e tamén o noso potencial, logros e acertos, ten que contribuír a artellar mellores e máis eficaces estratexias de planificación e desenvolvemento. En definitiva, definir onde queremos ir partindo de medidas coherentes que respondan a un deseño racional e non a ideas improvisadas.

Os premios María Luz Morales participan desta proposta de base que, ademais de premiar ensaios escritos, tamén o fai a videoensaios, promovendo a utilización da imaxe audiovisual non só como medio para recolectar información, senón tamén como parte activa do proceso de investigación. Un formato que non é novo, pero que nos últimos tempos está a cobrar unha relevancia notoria. Ese espírito innovador e de vangarda que recollen os premios serve á súa vez para renderlle homenaxe, potenciar e reivindicar a figura de María Luz Morales, unha muller pioneira en moitas facetas da súa vida, non só no tocante á critica e investigación cinematográfica.

A educación audiovisual fora do ámbito profesional, universitario ou de escolas técnicas é outro dos retos do noso tempo. As experiencias pedagóxicas que se están a poñer en marcha na nosa comunidade duns anos a esta parte son moi variadas e moi necesarias todas elas. As institucións públicas, asociacións e entidades privadas, dende o ámbito local ao internacional, son conscientes de que estamos a vivir unha época nova que presenta novos retos e por iso invisten recursos en potenciar proxectos educativos. Vivimos nunha sociedade composta por individuos que se comunican por medios audiovisuais e que son practicamente autodidactas.

Estamos nun momento no que sabemos as palabras, mais precisamos aprender gramática básica. Nós, como Academia, temos a obriga de traballar para vehicular e posibilitar iniciativas que contribúan a fomentar e mellorar o ensino da cultura audiovisual nas aulas, pero tamén para o resto de colectivos sociais.


Encontro de Academias: estratexias de futuro

Era a primeira vez que representantes das Academias de Cine da Península Ibérica se xuntaban de xeito específico para compartir inquedanzas, experiencias e liñas de acción. E se algo ficou claro como resultado deste encontro é que non será a última. A iniciativa da Academia Galega do Audiovisual reunindo as institucións homólogas de España e dePortugal sentou as bases para a creación dunha rede ou plataforma de traballo común, para a que xa se empezaron a definir obxectivos. A continuación extractamos algunhas das cuestións que se abordaron nesta primeira xornada de diálogo.

Fotos: Tamara de la Fuente

Os asistentes, con representantes das entidades relacionadas co audiovisual en Galicia

A reunión foi o 18 de decembro no PALEXCO da Coruña. Logo dun almorzo conxunto con representantes das principais entidades do sector audiovisual en Galicia (AGADIC, CGAI, CRTVG, AGAPI, CLAG, CREA, AISGE, CIMA e AGAG) e do Concello da Coruña, comezou o coloquio entre as distintas Academias, moderado pola xornalista, guionista e académica Araceli Gonda. No encontro comparecían, ademais do anfitrión Carlos Ares, presidente da Academia Galega do Audiovisual, Joan Álvarez Valencia, director xeral da Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España; Paulo Antonio Rodrigues De Noronha Trancoso, presidente da Academia Portuguesa das Artes e Ciências Cinematográficas; Joan Bas Viñals, vicepresidente da Academia del Cinema Català; Jesús Marco, presidente da Academia del Cine Aragonés, acompañado polo seu vicepresidente, José Ángel Guimerá, e José Javier Paisano Vergara, presidente da Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (ASECAN), en representación da futura Academia del Cine y las Artes Audiovisuales de Andalucía.

Foi Carlos Ares quen empezou dándolles a benvida aos asistentes e lamentando a nula presenza de mulleres na mesa, agás a moderadora, malia que as Academias de cine española e catalana teñan presidentas (Yvonne Blake e Isona Pasola, respectivamente), que por motivos de axenda non puideron acudir. Como tampouco puido asistir a vicepresidenta da AGA, Tamara Canosa, que estaba previsto que representase a esta Academia no encontro. Máis alá das ausencias particulares, Ares destacou o problema de desigualdade de xénero que afecta ao audiovisual galego e en xeral á industria cinematográfica no mundo, como un dos focos de traballo que deben estar presentes nos obxectivos das Academias.

Este, canda certa falta de xuventude -«a nosa é unha Academia de corentóns, comentou Ares ao empezar»-, a integración ou a separación entre cine e televisión nestas entidades ou a interconexión entre as Academias da Península Ibérica e doutras partes do mundo, eran os principais asuntos formulados na axenda deste coloquio, que se iniciou cunha descrición por parte de cada Academia da súa situación, funcionamento e liñas de traballo. Comezou Joan Álvarez, director xeral da Academia española desde marzo deste ano.

O presidente da AGA, Carlos Ares, iniciou o encontro dándolles a benvida aos represntantes das Academias

Joan Álvarez (Academia española).- A Academia está nunha boa situación e vai estar nunha situación fantástica dentro de pouco. Son optimista porque estamos mellorando. Pero temos que preguntarnos qué quere dicir isto. A Academia é unha institución que se crea para favorecer a cultura do cinema en España; con esa misión xuntáronse unha serie de profesionais para creala hai máis de 30 anos, tendo como referencia o modelo da Academia de Hollywood. Eles crearon un mecanismo de promoción do cine, que son os Oscar, e nós na Academia española, durante moito tempo tivemos un coidado especial polos Goya como mecanismo para a promoción do cine español, e tamén un coidado pola vida asociativa. Nesta vida asociativa danse unha serie de rasgos que fan que a situación de momento a min me pareza favorable. Isto non quere dicir que teñamos atopado solucións, pero permítenos empezar a ver a botella un pouco máis ‘medio chea’ do que estaba. Temos unha morea de proxectos interesantes que vos contarei máis adiante.

En Cataluña tamén sodes optimistas?

Joan Bas (Academia catalá).- A dous días do 21-D non sei ben como contestar esa pregunta [risas]. De calquera xeito neste momento é moi difícil falarmos da Academia ou do cinema abstraéndoos da situación que vive o país. Estamos nunha Autonomía intervida polo Estado, e esto aféctalle ao sector, e moito, e por extensión tamén á Academia. Este ano tamén tivemos a desgraza de vivir o atentado das Ramblas en Barcelona, e ahí empezou todo un declive xeral na sociedade, resintíronse moitos sectores, e tamén o ánimo nas persoas. Despois veu todo o proceso político que, sen ir a outras valoracións, leva influído moi negativamente na cultura. Hai datos que indican que desde xullo de 2017 perdeuse un 18% do crecemento que se fora logrando na industria cultural, que viña medrando a moi bo ritmo desde a anterior crise de 2004.

A nosa Academia está a vivir un momento de espera a que se solucione o conflito. Veremos que pasa. Televisió de Catalunya é o motor da produción audiovisual en Cataluña, ou tiña que selo, teno sido en moitos momentos, e neste momento poderiamos dicir que está a cero, a situación é grave. Ninguén na CCMA (Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals) está a asinar nada, porque hai unha intervención que decide neste momento se algo é importante facelo ou non. Moitas producións están paralizadas por isto. O ICEC, que depende da Generalitat, tampouco pode facer convocatorias. Se isto segue así, en un, dous o quizais tres anos non vai haber recursos de axudas para as producións. Se ata agora cada ano se facían tres ou catro chamadas para que se presentasen proxectos, neste momento non hai orzamento para nada.

Gustaríame tamén agradecerlle á Academia Galega do Audiovisual a oportunidade de atoparnos hoxe aquí. Moitas veces temos a sensación de que traballamos sós, defendendo os nosos problemas ou pedindo cousas imposibles… e hoxe aquí sentímonos ben, vemos que de algún xeito hai alguén máis con problemas parecidos e de quen podemos aprender moito á hora de pensar solucións. Saber que non estás só axuda a ser un pouco máis optimistas.

Efectivamente, a razón de ser deste encontro é demostrar que non estamos sós, que en cada Academia se está a facer un traballo que está ben compartir e que seguramente favorecerá o traballo das demais. Jesús, como está a situación en Aragón?

Jesús Marco (Academia aragonesa).- En Aragón estamos a pasar un dos momentos máis doces no cine. Quizais sexa grazas a Paula Ortiz e a gran cantidade de candidaturas que obtivo “La novia” nos premios Goya do 2016. Que unha cineasta coma ela teña chegado ata aí coa súa ópera prima despois de varias curtametraxes é froito dun labor de moitos anos. Lembro que hai 15 años Aragón era un deserto cinematograficamente falando. Temos grandísimas figuras do mundo do cinema como Buñuel, pero fixeron o seu traballo fóra e non ten repercutido na nosa terra, na creación dunha pequena industria cinematográfica local. Agora vivimos unha situación doce, por varios motivos. Foi moi importante a creación de escolas que dan estudos relacionados co cinema e o audiovisual, tanto universitarios como de formación profesional, e hai unha canteira de xente nova moi ben preparada, que levan feitas moitas curtametraxes e xa deron o salto á longametraxe: agora xa hai varios realizadores que están a estrear as súas películas a nivel nacional. Tamén influíu o cambio de goberno, que agora es moi favorable a dar apoio á cultura, e multiplicou por cinco as axudas que había para o audiovisual. Estase a notar na produción, hai moitas longametraxes  en marcha, que se empezarán a ver a partir do ano que vén.

En Andalucía todavía estáis en ese proceso de constituir una Academia. ¿De dónde sale esa necesidad o sensación de que necesitáis tener una Academia audiovisual?

Javier Paisano, (ASECAN).- Do noso proxecto de Academia vense falando desde hai anos. En Andalucía existe ASECAN, que é a Asociación de Escritores y Escritoras Cinematográficas de Andalucía e que desde hai 30 años entrega os premios do cinema andaluz, que levan o seu mesmo nome. E, aínda que seguen a ser considerados como uns premios que outorgan críticos, periodistas e escritores cinematográficos, hai sete años ideamos que todos os cineastas que eran premiados entrasen en ASECAN, co cal nestes últimos anos a nosa asociación exerceu un pouco como unha proto-Academia.

Á hora de poñela en marcha, no último Festival de Cine de Huelva xuntamos as asociacións andaluzas do sector, e alí nos puxemos de acordo para crear unha Academia. A partir de aí montouse unha comisión, e traballamos coa previsión de presentarnos formalmente como Academia del Cine y las Artes Audiovisuales de Andalucía no próximo festival de Málaga, que será en abril. A idea é ofrecerlle a esta futura Academia que acolla os premios ASECAN e os organice, dándolles un nome novo. Dese xeito non empezamos uns premios de cero, son premios con 30 anos de historia.

En canto á situación do sector, esta semana empeza a tramitarse no Parlamento de Andalucía a lei do cine. En principio é unha lei consensuada con case todas as asociacións. Hai axudas da Junta de Andalucía e temos Canal Sur, que é un motor importante do cine. Unha produtora en Andalucía ten dúas formas de empezar a sacar adiante unha película, que é coa compra de dereitos de Canal Sur e coas axudas da Junta. Se tes unha destas fontes de financiamento, ou as dúas, é moito máis doado xa conseguir diñeiro a nivel estatal.

A portuguesa é unha academia nova pero que está a traballar moito. Cales son as principais liñas deste traballo?

Paulo Trancoso (Academia Portuguesa de Cinema).- A nosa Academia é moi nova, si, ten seis anos de vida. Naceu nun momento no que facía falta ser moi optimistas en Portugal, estabamos no medio dunha situación económica moi dura, non había cartos, apenas se producía cine. Mais pensamos que era unha boa oportunidade para cambiar todo e facer cousas. Instituímos diferentes áreas. A principal é a área de premios, que ten non só os Sophia (nomeados así en homenaxe á poeta Sophia de Mello Breyner) senón tamén os Sophia Estudante, dirixido a escolas de cine, que remataron hai unha semana con 82 filmes de varias escolas, e un xurado que as premia. Facemos unha xuntanza en Lisboa de todas as escolas e premiamos os traballos de estudantes en catro categorías diferentes. Esta é unha importante aproximación da xente nova á Academia. Tamén acabamos de crear uns premios a novos valores, que son os Premios Nico (en honor ao actor Nicolau Breyner, falecido en 2016), e tamén un premio para unha muller que se teña distinguido durante o año, o premio Bárbara Virgínia (a primeira directora de cine portugués), que se entregará en xaneiro en Lisboa.

Paulo Trancoso, presidente da Academia Portuguesa do Cinema

Para as Academias un poco máis veteranas parece que atraer a xente nova é aínda un reto, como o é a igualdade de xénero. De que maneira os estades afrontando?

Joan Álvarez (Academia española).- Nos últimos meses entraron máis de 300 académicos novos, nun colectivo que tiña 1450 socios e agora está en 1750 aproximadamente. E é xente moi nova tamén de idade. A razón é que baixamos as esixencias para entrar na Academia nas distintas especialidades. Se ti para entrar precisas ter feito dous guións de longametraxe estreada e non tres, como anteriormente, podes entrar antes. Houbo unha apertura nas condicións para que entrase xente moza, e ademais fíxose unha invitación expresa a moitas persoas que xa tiña unha significación no sector.

Joan Bas (Academia catalá).- Nós niso temos aínda un gran reto. As normas que hai para entrar na Academia dificultan a entrada de xente moza. Coidabamos que unha das portas podía ser potenciar moito as curtametraxes, que a través delas tivesen acceso os máis novos á Academia, pero aínda estamos traballando niso.

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).- No noso caso si que fomos gañando a valoración da xente nova, a través das distintas actividades que facemos, que están moi orientadas cara a eles. Claro que hai sempre unha desconfianza inicial cara ás Academias ou o “académico”, pero foise disipando. Cando naceu a Academia tiña 30 e pico membros, agora somos máis de 300.

Jesús Marco (Academia aragonesa).- Pois eu teño que dicir que a nosa idade media é de 30-35 anos, eu son dos máis vellos e iso é unha alegría. Hai moita mocidade porque en Aragón faise moita curtametraxe. Na Muestra de cortometrajes aragoneses, que tamén dirixo, este ano houbo unhas 40 ou 50 curtas que merecían ser mostradas. Moita xente empezou así e son xente moi nova, que lamentablemente no poden vivir do audiovisual aquí e, como pasou sempre, se queren traballar teñen que marchar a Madrid ou a Barcelona. Pouco a pouco si que existen produtoras que van facendo cousas, publicidade, etc, pero está difícil vivir do audiovisual soamente. A través das axudas que mencionei antes agardamos un cambio de rumbo neste sentido para os vindeiros anos.

Joan Álvarez (Academia española).- Con respecto á desigualdade de xénero, que é outro dos problemas que a nós tamén nos afecta e nos preocupa: témolo identificado e estamos a facer cousas para que mellore. A nosa xunta directiva, de 31 membros, está practicamente en paridade home-muller. A nosa presidenta é unha muller e a segunda vicepresidenta tamén, Nora Navas. Este ano nos finalistas dos Goya temos dúas directoras, unha consagrada como Isabel Coixet, e a outra novel. Algo se está a mover.

Carlos Ares (Academia galega).- Este ano en Galicia hai bastantes producións dirixidas por mulleres, nunha maior porcentaxe que nunca, mais curiosamente son películas de baixo orzamento. Estas son cousas que debemos analizar. Na nosa Academia somos máis dun 60% de homes, fronte a un 30% de mulleres. Segundo a ONU cando en calquera entidade, asociación ou lugar de traballo a porcentaxe de mulleres non chega ao 37% pódese falar de discriminación. É un problema que debemos ter en conta para buscarmos solucións entre todos.

Javier Paisano (ASECAN).- En Andalucía tamén vemos claro este problema: das candidaturas que se presentaron este ano aos premios, só un 23% son mulleres. En canto se constitúa a Academia teremos que ver cómo afrontar isto.

Joan Álvarez (Academia española).- Para nós é unha liña de traballo prioritaria, promover que haxa máis mulleres e con máis poder no cine. Isto estámolo a facer cun traballo de concienciación, que é por onde pensamos que temos que facelo. Como sabedes, en España hai unha asociación de mulleres cineastas, CIMA, que promove a igualdade, e estamos traballando con elas e con outras asociacións. No último Festival de San Sebastián fixemos un foro sobre este asunto, convidamos a directora do instituto sueco do cinema. Suecia é o modelo, sen ningunha dúbida: en 4 anos conseguiron pasar dun vintetantos por cento de participación da mujer a un 50% cunha serie de medidas que estivemos analizando e que queremos propoñerlles ás autoridades cinematográficas e ás asociacións profesionais para que as traten de implementar. Nós como Academia o único que podemos facer é liderar movementos, non temos capacidade para implementar estas medidas: non somos un sindicato nin somos una administración, pero podemos liderar estos asuntos.

Joan Álvarez, director xeral da Academia de Cine española

Cal credes que é a misión das Academias nos teempos que corren?

Joan Álvarez (Academia española).- A nosa é unha Academia de cine soamente, é unha diferenza moi importante con respecto ás autonómicas. Para nós unha das maiores preocupacións é a debilidade do cine que se fai en España. Cal é esta debilidade? Moitos din que é o financiamento, e pode que teñan razón, mais para nós a maior debilidade está no público, nas audiencias. Temos que intervir para cambiar a lóxica no gusto cinematográfico do país. Niso estamos a traballar de maneira decidida. Estámolo a facer principalmente cun programa de educación, co que estamos tratando de levar o cine ás escolas, para que esa xeración que agora ten entre 12 e 18 años se forme nun gusto que non sexa estritamente o norteamericano. Esa é unha das liñas de traballo que estamos a desenvolver.

Joan Bas (Academia catalá).- O tema da diversidade é moi importante, debemos falar máis disto. Gustaríame citar un anaco de entrevista a Win Wenders, o presidente da Academia do Cinema Europeo, na que di que «sen dúbida, e cada vez de forma máis radical, a medida que a industria americana cae na súa propia trampa cun cinema absolutamente anquilosado e condenado á produción de franquicias e secuelas, faise máis evidente a necesidade de outro capaz de exhibir a riqueza e a complexidade das nosas diferentes culturas. O cinema non pode perder o seu sentido de aventura artística, non podemos ter a tentación de rodar películas que poidan suceder en calquera sitio e en cualquera momento, e que ninguén sabe onde pasan. Ademais nestes tempos o cine ten unha gran responsabilidade, tócalle defender a Europa como fonte inesgotable de diversidade cultural. O discurso economicista e simplificador non pode prevalecer. A definición de Europa ten que ver coa súa contribución aos dereitos humanos, á democracia, á liberdade e á igualdade. A nosa longa historia de guerras aválanos para reivindicar o diálogo como única forma de solucionar os conflitos».  Coido que o entendemento entre as Academias pode fortalecer moito que a idiosincrasia de cada pobo non se vexa aplastada culturalmente por Hollywood.  

Javier Paisano (ASECAN).- Ao fío disto ocórreseme unha pequena maldade: as Academias debemos dedicarnos só ao cinema coñecido como de ‘autor’ ou ao cinema industria tamén? Porque nós xa temos este debate, mesmo antes de empezar.

Joan Álvarez (Academia española).- Eu diría que as Academias teñen que dedicarse, máis que ao cine, aos cineastas. Esta diferenza é importante, porque o cineasta pode facer películas boas ou malas, pero non deixa de ser cineasta. Nós somos un colectivo de cineastas. E o qué cine facer ou apoiar vai por outro lado, aí metémonos ou ben en terreos que son da Administración, que é a que ten que facer políticas do cine, ou ben en defender intereses sectoriais, e a nosa posición é outra. Nós como Academia non nos podemos meter no terreo dos produtores ou dos guionistas, temos que atopar outras causas que sexan de todo o colectivo. Por iso estamos a definir outros campos de traballo a través da Fundación Academia: a formación das novas audiencias, máis mujeres no cine, e promoción exterior (o que eu chamo a diplomacia do cine).

Jesús Marco (Academia aragonesa).- En Aragón sempre tivemos clara a importancia de que existan Academias como as nosas porque é a única maneira de aglutinar a moitas persoas que tratan de vivir do audiovisual, e darlles voz, para poder ser un interlocutor coas institucións. Nós somos unha asociación profesional que beneficia a todo o mundo e que ten sido clave para ir acadando cousas, nunha comunidade autónoma que antes era un ermo no cinematográfico. Nacemos en 1999 a partir da anterior Asamblea de Cineastas Aragoneses, e neste tempo fomos convencendo os gobernantes de que creamos cultura e riqueza para os lugares onde se fan películas. E de que o cine é unha ferramenta tamén para o turismo e para darnos a coñecer como territorio e como pobo. Contamos as nosas historias para dar a coñecer cómo somos e achegar a nosa idiosincrasia á diversidade que precisa o cinema. Para isto, entre outras cousas creamos os premios Simón, en honor á película de Buñuel “Simón del desierto”, que se veñen celebrando desde 2012.

Javier Paisano (Academia andaluza).- A miña impresión é que as Academias territoriais tenden a ser más reivindicativas, porque nós somos quen traballamos con máis proximidade ao sector a pé de rúa. Así como a Academia de Cine Española mantén, digamos, certo caché e o seu papel na promoción do cine español é incuestionable, para os que estamos no terreo e na periferia os problemas se cadra son outros, de xeito que pode soar a que máis que Academia somos asociacións que reivindican cousas e que actúan como lobby sobre os gobiernos. Ademais Andalucía é un territorio moi grande e precisamos unha voz forte e única, máis alá das peticións sectoriais de produtores, etc.

Joan Bas (Academia catalá).- A nosa Academia ten ademais, como outras das que estades aquí, outra misión que é a de defender a nosa lingua. Hai que tratar de mantener, sen pasar por diante de outras consideracións artísticas, o apoio ao cinema en catalán. E lograr que teña un pouco máis de apoio, en igualdade de condicións. É unha parte importante das nosas preocupacións.

Joan Bas Viñals, vicepresidente da Academia del Cinema Català

Gran parte dos recursos, da enerxía e mesmo da razón de ser das Academias adóitase centrar nos premios. En que medida axudan a dinamizar o noso sector?

Joan Bas (Academia catalá).- Desde logo o principal motor da nuestra Academia é organizar cada ano os Premios Gaudí, que fan agora a súa décima edición. Ata agora cada ano fóronse superando en audiencia na súa emisión por TV3, con case un 15% de share e medio millón de persoas vendo os premios. É unha porta aberta a amosar toda a produción que se fai en Cataluña. Supoñen un impacto de visibilidade tremendo para as películas, xa desde o momento en que se anuncian as finalistas.

Joan Álvarez (Academia española).- Nos Goya tamén, obviamente, aínda que depende de en qué momento de explotación colla a cada película. Hai filmes que xa están moi explotados cando se presentan, outras aínda precisan ese apoio ou repercusión para completar o seu percorrido. Esas películas poden subir moito a súa recaudación coa nominación, como lle pode pasar este ano a “Handia” coas súas 13 candidaturas.

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).– En Portugal tamén se nota algo. Os filmes que triunfan nos premios Sophia adoitan ser exhibidos de novo na Festa do Cinema, un evento que organizan os exhibidores para dinamizar a asistencia ás salas, similar ao que se fai en España. Así que si, isto supón un impulso maior. Como comentei antes, no noso caso os premios son importantes, porque tratamos de diversificalos e damos moitos a distintos valores, incluíndo os novos, as escolas, as mulleres… e ademais son unha ferramenta de promoción internacional. Nós traballamos desde o principio coas Academias europeas e iberoamericanas, formamos parte da recentemente creada FIACINE (Federación Iberoamericana de Academias de Cine), e participamos nos premios Platino, así como tamén enviamos sempre películas aos premios Goya, aos Oscar e aos Ariel de México.

Joan Bas (Academia catalá).- Adamais da propia gala, en Cataluña temos montado o Ciclo Gaudí, para facer que o cinema vaia á poboación. Un día á semana promovemos que unha película catalá se proxecte nunha localidade distinta, normalmente os xoves. Isto ten unha aceptación moi boa, cunha media duns mil espectadores por semana, que ademas está a dinamizar os cines nestas vilas: mesmo nalgún caso fixo que reabra algún cine que está cerrado, para acoller estas proxeccións que teñen tan boa aceptación. Isto ten pasado en Badalona e noutros sitios, e cremos que é moi bo tamén para o sector da exhibición.

Jesús Marco (Academia aragonesa).- No noso caso a creación dos Premios Simón tamén nos axudou a que entre a empresa privada no seu financiamento, e máis desde que os empezou a retransmitir a televisión aragonesa. Iso si, todo o diñeiro que conseguimos ao longo do ano entre axudas do Goberno autonómico e as cuotas dos socios acábano absorbendo os premios; quédanos pouco para o resto, e gustaríanos que non fose así, por iso seguimos loitando para podermos tener un remanente maior co que facer máis actividades, e sacar adiante novos proxectos.

Jesús Marco, presidente da Academia del Cine Aragonés

Outro tema que está sobre a mesa es de qué forma integrar nas Academias o cine con outras disciplinas audiovisuais, porque si que é certo que os profesionais en moitos casos sono do cine e da televisión. Aquí hai Academias como a nosa que son de audiovisual, e outras que son só de cine. Como vedes esta relación entre cine e televisión?

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).– A nosa Academia de momento es só de cine, pero hai una presión grande para que se transforme nunha BAFTA, é a nosa referencia. Gustaríame saber as vosas experiencias neste sentido. Nós fixemos recentemente un inquérito aos nosos socios e hai unha maioría aberta a esta integración de cine e televisión.

Carlos Ares (Academia galega).- En Galicia a Academia é de cine e televisión, de audiovisual en xeral. Tamén o son os premios, pero estamos abertos a revisar isto no futuro e a crear dúas entregas de premios diferentes.

Javier Paisano (Academia andaluza).- A nosa, que está empezando, xa sería unga Academia de cine e das artes audiovisuais. Cine e televisión.

Joan Álvarez (Academia española).- Cando eu entrei na Academia presentei unha estratexia a tres anos, e unha das propostas era imitar o modelo de BAFTA, con cine, televisión e videoxogos. A xunta directiva viu esta idea con simpatía. Mais en España hai que mover montañas moi grandes para transformar isto, porque xa hai unha Academia de Televisión, porque os videoxogos van por outro lado completamente distinto, e porque as televisións son un mundo á parte. Supoño que en Portugal tamén.

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).–  Si, pero os profesionales ao final móvense polos dous ámbitos, e por iso nós temos cambiado de idea nestes seis anos. Claro que en Portugal non hai Academia de Televisión, e iso facilita moito as cousas. Polo de agora este ano nos Sophia imos incluír por primera vez un premio para series  e películas para televisión.

Javier Paisano (Academia andaluza).- De todos xeitos eu creo que, aínda que a Academia sexa para cine e televisión, os premios deberían estar separados, coma nos BAFTA. Na nosa futura organización ímolo formular así.

Javier Paisano, presidente de ASECAN

Ademais dos premios, en que outros proxectos estades traballar nas Academias?

Joan Álvarez (Academia española).-  Vimos de crear a Fundación Academia para levar a cabo unha serie de proxectos que vaian máis alá dos premios e se realicen durante todo o ano, de forma que se podan financiar e esponsorizar de maneira independente, potenciando a marca Academia, non só a marca dos Premios Goya. Temos asinado tres proxectos moi importantes que deseñamos e negociamos con distintas institucións para o seu financiamento, cóntovolos brevemente:

Co concello de Madrid estamos a organizar un encontro internacional baixo o título “Todos los cines del mundo”, no que imos convidar a todas as Academias e as asociacións que conceden premios equivalentes aos Goya. Será, por un lado, unha reunión dos seus representantes (como esta pero de todo o mundo) e a nosa proposta é que se estude crear unha asociación ou federación internacional de Academias de cine, que aínda non existe. De feito presentamos o proxecto á UNESCO para que o considere dentro do seu programa para o fomento da diversidade cultural. E, por outro lado, queremos facer unha mostra coas películas que gañan o premio principal en cada unha das Academias. Con isto o que pretendemos é mostrar a enorme diversidade que ten o cinema neste momento. Parece que vivimos co esquema de Hollywood por un lado e o cine do noso país por outro, ou como moito miramos a Europa ou a Latinoamérica, pero o cine que se está a facer en India, Corea, Tailandia ou Nixeria é tamén moi interesante, e esa é a pluralidade que queremos mostrar con este encontro.

Outro proxecto que temos en marcha, cun financiamento importante que pode chegar a ter un millón de euros, é un fondo de apoio á creación nova, que vén de marcas comerciais e que ten unha desgravación fiscal dun 90%. Isto púidose facer grazas a que o Ministerio de Facienda todos os anos cualifica como plan especial de desgravación unha serie de acontecementos, como por exemplo o ano Cervantes. Este ano vaise incluír aí una liña de  apoio especial aos creadores novos e mais á promoción e o estudo do patrimonio cinematográfico español. Así, imos usar esta fórmula para crear un fondo que se destinará ao financiamento dunha ópera prima. Agora estamos constituíndo o xurado e vendo a fórmula administrativa, porque non pode ser diñeiro para un produtor. O proxecto prodúceo a Fundación, por dicilo así, e calquera retorno económico un diñeiro que regresa a nós de xeito que o fondo pódese retroalimentar co que se obteña.

O terceiro proxecto que temos, co Ministerio de Educación, é o deseño e creación dun portal educativo do cine español para nutrir con 100 películas, coas súas fichas didácticas, os 300 centros educativos (escolas e institutos) que dependen do Ministerio que ensinan español en todo o mundo. E queremos que isto se poida ampliar aos colexios e institutos de España. Estamos a negociar con EGEDA para que fixe uns dereitos especiais para o uso legal de películas nas escolas. O seguiente paso é negociar con todas as autoridades educativas, que son as 17 comunidades autónomas, ademais do Ministerio, para tratar de que haxa un programa nos centros educativos con este canon de cen títulos, algo así como unha materia de cine, que non está contemplada dentro do currículo na LOMCE, pero que si que contempla competencias relacionadas co cine que se poden integrar noutras materias: artes plásticas, literatura, etc.

Jesús Marco (Academia aragonesa).- Isto é algo que tamén en Aragón estamos a potenciar moito, que non só a nosa actividade sexa organizar os premios Simón, porque se fose así a Academia non tería razón de ser. E temos conseguido que para este próximo ano o Goberno de Aragón nos dea cartos para outras actividades: talleres, formación e outros proxectos. É unha loita que desde o momento en que fun nomeado presidente quixen conseguir. Agora imos intentar convencer as empresas privadas para que nos apoien economicamente non só para os premios, de forma que poidamos facer máis cousas.

Paulo Trancoso (Academia portuguesa).- Máis alá da área de premios, na nosa Academia temos unha área expositiva, porque nos parece importante facer todos os anos unha grande exposición. Fixemos unha sobre os carteis na cinematografía portuguesa, e en xaneiro inauguramos unha mostra sobre Raúl de Caldevilla, un cineasta visionario portugués de principios do século pasado, que facía tamén os carteis das súas películas. Imos facer a exposición deses carteis integrada cunha retrospectiva dos seus filmes na Cinemateca.

Tamén temos outras iniciativas ligadas á formación, como “A Quatro Mãos” un encontro para a escrita de guión de cine e televisión en portugués, que inclúe masterclasses con figuras de recoñecemento mundial; ou a internacionalización, como “Pasaporte”, onde convidamos a directores de casting de varios países para que coñezan os nosos actores e actrices. Isto funcionou moi ben, ten feito que vaian moitos actores para series e películas internacionais, e tamén serviu para achegar intérpretes novos á Academia.

Carlos Ares (Academia galega).- No noso caso conseguimos que o ano que vén vaia ser o primeiro ano no que os premios Mestre Mateo non leven o 70% do noso orzamento, imos facer máis cousas ao termos ampliado o convenio con Concello da Coruña para montar a Oficina de Cooperación Audiovisual, que será una entidade de apoio e asesoramiento a creadores.

A nosa intención tamén é diversificar a nosa actividade, e temos varios proxectos recentes que van neste sentido, como a SEMUA (Semana das Músicas do Audiovisual), que é unha semana con concertos de compositores galegos e de fóra, con repertorios baseados nas súas músicas para cine e televisión. Ou os Premios María Luz Morales para a investigación en audiovisual, que estreamos en 2017. Tradicionalmente tamén organizamos obradoiros e masterclasses, sobre todo dirixidas a profesionais, pero tamén tratamos de achegar a nosa profesión a colexios e institutos a través dos Encontros Mestre Mateo, nos que levamos os finalistas en distintas categorías a que dean charlas por centros de toda Galicia. Neste sentido, queremos facer aínda máis cousas para a xente nova, relacionadas coa formación audiovisual. Aquí hai unha materia de audiovisual no bacharelato de arte, que se imparte nuns pocos institutos de Galicia, e hai profesores que pola súa conta fan contidos e proxectos moi interesantes. Queremos prestarlles atención, coñecer mellor o seu traballo; a nosa idea é xuntar esta xente e ver qué podemos facer con eles en clave de educación audiovisual.

O encontro celebrouse no Palexco da Coruña

Joan Álvarez (Academia española).-  Pois traballemos xuntos. Eu coido que sería interesante que rematemos este encontro pensando en qué podemos facer en común, estaría moi ben establecer unha plataforma de colaboración.

Jesús Marco (Academia aragonesa).- Eu transmítovos o desexo de que a próxima reunión de Academias a fagamos en Zaragoza, convídovos formalmente a facelo alí e buscar unha data, de hoxe nun ano.

Joan Álvarez (Academia española).-  A idea que vos quería propor é a de crearmos unha rede de Academias, inspirándonos na que xa teñen, por exemplo, as filmotecas do país. Penso que é un modelo a considerar: crearmos unha rede de intercambio de información, colaborarmos en proxectos, mesmo eu diría que considerasemos o proxecto de cinema e educación, que é algo que nos atinxe a todos, e aí podemos atoparnos con moita facilidade.

Joan Bas (Academia catalá).- É una idea estupenda. A decisión terá que pasar polas xuntas directivas de cada Academia, pero desde logo parécenos un camiño necesario.

Carlos Ares (Academia galega).-  A plataforma pode ser moi útil para estarmos tamén pendentes de outros asuntos, como o Estatuto do Traballador/a da Cultura. Nós presentamos hai dous meses una ponencia nunha comision de traballo do Congreso dos Deputados sobre isto. Temos que facer seguimiento porque en marzo está previsto que o resultado desta comisión pase ao pleno do Congreso para ser debatida.

Joan Álvarez (Academia española).- Desde a Academia estamos tratando de propor un gran pacto social polo cine e a cultura, no que nos gustaría convidarvos a colaborar. Trátase de promover a importancia do cine na nosa sociedade, e gañarmos de novo o público, que é o gran reto que temos por diante.

Carlos Ares (Academia galega).- Traballemos, pois, nestas liñas: fomentar a educación no noso cine e na cultura audiovisual, promover a igualdade de xénero na nosa profesión, así como a diversidade cultural que achega o cine nos distintos territorios. E realizarmos accións conxuntas para promocionar de forma interna e externa o noso audiovisual. Formulemos esa plataforma, non só a nivel estatal senón tamén dialogando con Portugal; temos moitos retos que compartir e experiencias das que aprender unhas Academias das outras, como se puido ver hoxe aquí neste primeiro encontro.

Quedamos daquela emprazados a concretar formalmente esta rede ou plataforma de colaboración. Ficou clara a intención de facer que este encontro non sexa puntual, que a colaboración se extenda ao longo de todo o ano e que se manifieste de forma presencial o vindeiro ano en Zaragoza. Moitas grazas a todos por participar.


2018: O que vai vir

Agárdanos un 2018 cargado de estreas e rodaxes potentes no noso cine e na televisión: dende produtos moi ambiciosos como a serie “Fariña”, de Bambú Producciones, ou a nova longa de Dani de la Torre, “A sombra da lei”, ao novo de Lois Patiño, Anxos Fazáns e Xacio Baño. Tamén novas rodaxes de Óliver Laxe, Eloy Enciso, Isabel Auguavives e Alfonso Zarauza, o debut Pedro C. Alonso no cinema con Vaca Films, a esperada rodaxe da serie dos irmáns Coira “Hierro” e, na animación, o regreso do equipo de “Enrugas” para estrear “Memorias dun home en pixama”, no mesmo ano en que poderemos ver “Día de Mortos” e no que nunca un director galego tivemos máis perto de levar un Oscar. Conseguirá “Psiconautas” ser finalista nos premios da Academia de Hollywood?

Fariña: un equipo galego á conquista do prime-time estatal

Unha rodaxe de case seis meses na costa galega, un elenco coral composto por Javier Rey, Tamar Novas, Marta Larralde, Carlos Blanco, Morris, Cristina Iglesias, Celso Bugallo, Xosé Antonio Touriñán, Fran Lareu e ata 120 actores case todos galegos, igual que o director, Carlos Sedes, o equipo técnico, a produtora (Bambú) e o libro do que parte, “Fariña”, o relato xornalístico no que o coruñés Nacho Carretero contou para o gran público a historia do narcotráfico en Galicia, ao mesmo tempo que a serie “Narcos” arrasaba en Netflix.

Confluíron todos estes elementos para que o produtor Ramón Campos, que xa escribira o guión do telefilme “Entre Bateas” (Jorge Coira, 2003) contando a historia de dous rapaces da Arousa que poderían ser Sito Miñanco e Laureano Oubiña, se animase a poñer en marcha esta ambiciosa produción que se esterá nos vindeiros meses en Antena 3. As fotos que trascenderon da rodaxe e da caracterización dos actores (especialmente Morris como Manuel Charlín), a ambientación na Galicia os anos 80, así como a enerxía que transmitía nas redes o seu equipo artístico, dan moitas ganas de que chegue esta estrea.

A sombra da lei: un thriller de gangsters dos anos 20 rodado en varias cidades galegas

Outra das rodaxes importantes do 2017 foi a da nova longametraxe de Dani de la Torre (“El desconocido”), producida de novo por Vaca Films, coa coprodución tamén de Atresmedia. Esta historia ambientada en 1921 foi filmada durante 8 semanas, primeiro en Barcelona e despois en Lugo, Monforte, Pontevedra, A Coruña e Santiago de Compostela, con máis de 80 decorados de época. No reparto, Luis Tosar, Michelle Jenner, Vicente Romero, Ernesto Alterio, Paco Tous e Manolo Solo para dar vida a un guión escrito por Patxi Amezcúa (“Atrapa la bandera”) sobre os convulsos anos 20 do século pasado en España, con violentos enfrontamentos nas rúas entre matóns e anarquistas. Un ‘thriller’ de época para o que Dani de la Torre se mergulla no mundo dos gángsters, aproveitando de novo a súa terra como plató para contar unha historia chea de acción e suspense. A súa estrea está prevista para finais do próximo verán.

Trote, a posta de ‘longa’ de Xacio Baño

Logo de ser recoñecido como un dos nosos cineastas máis estimulantes, só co seu traballo en curtas como “Anacos”, “Ser e voltar” ou “Eco”, Xacio Baño enfrontouse o pasado verán á rodaxe da súa primeira longametraxe, producida por Frida Films (“María y los demás”). “Trote” conta a historia de María, unha muller duns trinta anos que se atopa nun punto vital no que debe decidir se comportarse como se espera que faga ou sacar o seu lado animal e  escapar. Co curro da rapa das bestas de Amil como pano de fondo, esta historia familiar e de poucos personaxes promete ofrecernos grandes interpretacións tanto da súa actriz protagonista, María Vázquez, como de Diego Anido, Celso Bugallo e Tamara Canosa, que completan o reparto. O filme, rodado en galego, estrearase con probabilidade en San Sebastián, xa que foi no marco dese festival onde Xacio Baño puido completar a escrita do guión, dentro do programa de residencias Ikusmira Berriak.

As estreas que veñen

Outra das longametraxes máis agardadas deste 2018 é Tempo vertical, de Lois Patiño, rodada na primavera pasada entre terras de Monforte e Camariñas. Producida por Zeitun Films e Amanita Films, o filme está a medio camiño entre a ficción e o documental e protagonízano tres actrices non profesionais que encarnan a tres mulleres capaces de moverse mentres o tempo semella suspendido. Está por ver se a nova cinta de Patiño logra, quizais, estrearse en Locarno, certame onde a súa anterior longa, Costa da Morte, iniciou un espectacular percorrido por festivais de todo o mundo, que oxalá se poida repetir con “Tempo vertical”.

Pendentes tamén de estrea, aínda que xa en plena fase de festivais, son “A estación violenta” o debut na longametraxe de Anxos Fazáns, producida por Matriuska, que se puido ver no Festival de Sevilla; “Dhogs”, de Andrés Goteira, que foi unha das sorpresas nos últimos festivais de cine de Bos Aires (o prestixioso Bafici) e en Sitges; e “Trinta lumes”, de Diana Toucedo, que abriu este ano o OUFF, rodada nas montañas do Courel. A distribución destas tres fitas en salas comerciais é aínda unha incógnita, pero o seu éxito nestes primeiros festivais augúralles un percorrido interesante.

Polo de agora as tres entrarán na carreira polo premio á mellor longametraxe nos Mestre Mateo 18, xunto coa ópera prima das irmás Sonia e Míriam Albert-Sobrino (Also Sisters) “A historia dun satélite”, e as películas para televisión “Os fillos do sol”, producida por Portocabo coa dirección de Ramón Costafreda e Kike Ruiz Claverol, e mais  “Juana de Vega, vizcondesa do arado, de Zenit Televisión estreada xa pola Televisión de Galicia.

No capítulo de tv-movies pendentes de estrea, temos a mencionada “Fillos do sol” e tamén a miniserie Contou Rosalía”, o último traballo de Zaza Ceballos, especializada nos últimos anos en levar á pequena pantalla as biografías de mulleres destacadas do noso país. “Contou Rosalía” é a primeira ficción que conta a vida de Rosalía de Castro, a quen interpreta Melania Cruz, con Fran Lareu no papel de Manuel Murguía.

Tamén prepara a súa distribución a longametraxe de ficción “Nove de novembro”, o primeiro filme en galego que centra a súa historia na comunidade LGBTI. Esta historia de desamor ambientada en 1989 supón a ópera prima de Lázaro Louzao, rodouse na Coruña e na Mariña lucense e está protagonizada por Brais Yanek, Ademar Silvoso e Sabela Arán. Produciuna Costura Films cun forte empurrón de microfinanciamento en Verkami. 

No terreo da non ficción, presentouse hai unhas semanas no festival de Xixón Nocturno, unha longametraxe dirixida por Álvaro Fernández Pulpeiro (Foz, 1990) que retrata a convivencia deste novo cineasta cos mariñeiros do pesqueiro Ilha Brava, de bandeira portuguesa, con capitán galego e traballadores indonesios e senegaleses. Este filme supón a primeira incursión na produción de longametraxes de A Cuarta Parede Films, unha produtora irmá da publicación de crítica de cine A Cuarta Parede, impulsada por Víctor Paz e o propio Fernández Pulpeiro.

Temos varios documentais moi agardados pendentes de estrearse neste 2018, como son Versogramas, o traballo de Esferobite canda Celia Parra que explora o xénero da vídeopoesía cunha perspectiva galega e internacional; “Nación de Muchachos”, o documental no que Javi Camino reconstrúe a historia do Circo de los Muchachos a partir dunha inxente cantidade de material de arquivo; ou “A batalla descoñecida”, de Paula Cons, que indaga no que se coñece como a ‘batalla do volframio’ durante a Segunda Guerra Mundial, nun traballo que competiu na pasada edición da Seminci e que continúa a pesquisa documental iniciada para a película “Lobos Sucios” de Simón Casal, tamén producida por Agallas Films,

E está a piques de estrearse, en plataformas dixitais, “Santoalla”, o documental norteamericano que narra en clave de thriller as circunstancias da desaparición e morte do holandés Martin Verfondern hai uns anos en Petín de Valdeorras, xusto na aldea onde se rodou “Sempre Xonxa”. Outro documental ao que lle agarda un interesante percorrido internacional é “Post-Truth Times: We the media”, o filme no que Héctor Carré dá un repaso ao que significa o xornalismo en tempos da post-verdade, e que se puido ver xa no OUFF e no Raindance de Londres.

Tamén se puido ver este outono en Valladolid e en Ourense “Entre la ola y la roca”, longametraxe documental, que segue as vidas de varios percebeiros na Costa da Morte, feita por un grupo de estudantes da ESCAC co director Manuel Lógar á fronte. Pola súa parte, Social Docs está coa postprodución de “O desafío do Sil”, un documental sobre os encoros construídos no río Sil a mediados do século pasado, dirixido por Domingo Díaz. Esta produtora prepara tamén un documental sobre a vida de Tomás Fábregas, activista coruñés que loitou contra o SIDA nos Estados Unidos ata a súa morte por esta enfermidade en 1994.  E Frida Films coproduce “Gallo”, a ópera prima de Antonio Díaz Huerta, un documental sobre un surfista cego, Aitor Francesena, que acaba de finalizar parte da súa rodaxe en San Diego (California).

Probablemente o 2018 sexa un ano importante para animación galega, coa posible candidatura de “Psiconautas, os nenos esquecidos”, de Alberto Vázquez, aos Oscar de Hollywood. Polo pronto xa entrou na shortlist das 26 longas de animación que poderán votar os académicos. Outros pesos pesados como son o equipo de “Engurras” volven á carga con “Memorias dun home en pixama”, que adapta o cómic homónimo de Paco Roca, nesta ocasión co vigués Carlos Fernández na dirección, producida entre outros por Manuel Cristóbal e Ángel de la Cruz, tamén coguionista. A película combina un 80% de animación cun 20% de imaxe real, na que Raúl Arévalo e María Castro encarnan os protagonistas desta comedia romántica sobre as relacións de parella, afastadas dos patróns convencionais.

Agardamos tamén a nova longametraxe de animación de Ficción Producciones, “Dia de Mortos” con Carlos Gutiérrez e Mamen Quintas na dirección e na produción executiva, respectivamente. Un filme para toda a familia que conta as aventuras dunha pequena orfa mexicana na tradición do día dos mortos. Ficción continúa así a senda de “Maimiño” e o éxito da súa producion para televisión “Tutu”, que se emite en Clan TV, mentres prepara tamén para TVE unha miniserie de animación en coprodución con Cuba, co título “Una casa en amargura”.  

No mundo da curtametraxe tamén se agarda a presentación de “Mouras”, a última produción de Miss Movies dirixida por Olga Osorio, e dos últimos traballos de novos talentos como Adrián Canoura, Lucía Estévez, Ángel Filgueira ou Xiana Gómez Díaz, mentres se seguen a mover por festivais as pezas de Hugo Amoedo (“Europa”), Claudia Costafreda (“Néboa”), Tono Mejuto (“Quiasma”), Fon Cortizo (“Aysha”), Noemí Chantada (“A muller invisible”), Iván Nespereira (“Nueva Galicia”), ou Jaione Camborda (“Rapa das bestas”), con mención especial a “Matria”, a curta de Álvaro Gago que competirá en xaneiro no festival de Sundance, e a “M.”, de Ángel Santos, que colleu maior relevancia tras o pasamento en decembro do seu protagonista, o escultor pontevedrés Manuel Moldes.

Próximas rodaxes

No 2018 teremos a varios cineastas galegos filmando de novo na súa terra: Óliver Laxe continúa coa produción de “Aquilo que arde”, que se rodará na montaña de Lugo, aínda que parte da metraxe xa se filmou durante os incendios do último ano. O filme adéntrase no tema dos incendios en Galicia, no que será a terceira longametraxe do director, producida nesta ocasión por Miramemira, e a primeira que roda en Galicia.

Outro que regresa é Eloy Enciso, para rodar “Longa noite”, logo dunha estadía na universidade de Harvard, en Boston, cunha bolsa que lle permitiu traballar neste proxecto que busca explorar a escuridade da noite na natureza, e que está producido por Beli Martínez (Filmika Galaika). A produtora, que está detrás tamén de “Arraianos”, anterior filme de Enciso, e doutras moitas películas do Novo Cinema Galego, prepara tamén a rodaxe de “Eles transportan a morte”, longametraxe da compostelá Helena Girón e do canario Samuel Delgado, que se propoñen mezclar narración y experimentación para explorar a fuxida de tres tripulantes dunha expedición capitaneada por Cristobal Colón.

Frida Films tamén prepara a segunda longametraxe da ferrolá Isabel Ayguavives (“El árbol magnético”), que se titula “Semana grande” e contará a historia dos variopintos inquilinos realoxados polos servizos sociais no céntrico e decadente Hotel Dulcinea.

Moi agardada é tamén a rodaxe da primeira longa de Jaione Camborda, “Arima”, unha enigmática e evocadora historia de mulleres con tintes de realismo máxico, que prevé a súa rodaxe en Mondoñedo este ano. Camborda é tamén coguionista da nova longa de Alfonso Zarauza tras “Os fenómenos”. O seu título é “Ons” e prevé completar o seu financiamento para rodarse tamén este ano na illa de Ons. Os dous títulos están producidos polos seus directores, a través de Esnatu Zinema e de Maruxiña Film Company, respectivamente.

Seguindo coa ficción, Ignacio Vilar vén de anunciar a produción da súa nova película, “María Soliña”, que se inspira na personaxe histórica do século XVI condenada pola Inquisición en Cangas do Morrazo por practicar, supostamente, a bruxería. Será, porén, unha revisión actualizada desta figura no século XXI, cunha actriz descoñecida ata agora, Andrea Santos, como protagonista do filme, que se rodará en Cangas a finais deste 2018.

Tamén están en preparación “As dez últimas”, dirixida por Chema Gagino, con guión e produción de Ángel de la Cruz, que conta a historia dunha cuadrilla de xubilados, compañeiros de xogar ao tute. Pola súa parte Paula Cons está a sacar adiante o seu proxecto “O Santa Isabel”, un thriller que conta a fazaña de tres mulleres que se lanzaron ao mar a salvar os supervivintes dun buque naufragado na Illa de Sálvora en 1921, producido por Agallas Films.

Outra longametraxe en produción é “La niebla”, de David Hernández, a partir dun guión de Toño Carballal e o propio director, que está a sacar adiante coa súa produtora Adarme Visual, e con Analía G. Alonso na produción executiva. No reparto poderemos ver actores e actrices como Fran Paredes, Isabel Naveira ou Mariana Carballal.

En clave máis comercial, este ano tamén veremos o debut do coruñés Pedro C. Alonso, veterano realizador de publicidade en Galicia, á fronte do thriller “Feedback”, un proxecto de Vaca Films a partir dun guión de Alberto Marini (“O descoñecido”). Faino en coprodución con Ombra, a produtora de Jaume Collet-Serra, con quen tamén preparan o remake en inglés de “Secuestrados”, unha das primeiras longas que produciu Vaca Films, dirixida en 2012 por Miguel Ángel Vivas. Ademais, a empresa de Emma Lustres e Borja Pena prepara tamén “Quien a hierro mata”, un guión de Juan Galiñanes e Jorge Guerricaechevarría que rodará este ano o director Paco Plaza.

Outra das producións que veremos rodarse en 2018 é “As troitas cantan ao mencer”, opera prima de Alexia Muiños, con Abano Producións, que se rodará en 3D estereoscópico. A produtora de Chelo Loureiro ten ten pendente de estrea “The Neverending Wall”, curtametraxe de Silvia Carpizo. En desenvolvemento, a próxima longametraxe das Also Sisters, e a longa de Isabel HergueraEl sueño de la sultana”, xunto coas próximas curtametraxes de David Fidalgo (Homomaquia), e Maria Manero (Patchwork”).

No terreo do documental, varias longas están en proceso de produción, como “Manoliño Nguema”, de Waka Films e Filmika Galaika, unha historia de migración sobre o ‘pai’ do teatro en Guinea Ecuatorial, ou o filme “A media voz”, das cubanas Patricia Pérez e Heidi Hassan, producido por Matriuska. A realizadora Ruth Chao tamén regresa ao documental científico con “O futuro da mente”, que abordará retos da neurociencia como o mapeo do cerebro, producido por Agallas Films.

En canto á produción de televisión, o proxecto de maior envergadura que veremos rodar en 2018 será a serie “Hierro”, unha produción de Portocabo para Movistar Series, con guión de Pepe Coira, Araceli Gonda, Alberto Marini, e Jorge Coira, que asumirá a dirección. Trátase dun drama policial que se desenvolve no lugar máis afastado do continente europeo, a illa canaria de El Hierro, e que formará parte do paquete de series de produción propia que o canal de pago empezou a producir este ano, no que promete ser unha aporta pola calidade e o risco máis alá das limitacións do prime-time televisión xeralista.

Zenit Televisión prepara “Elisa e Marcela”, unha miniserie sobre a parella coruñesa de inicios do século XX que foi primeiro matrimonio homosexual, e que dirixirá Isabel Coixet, no que é un vello proxecto cinematográfico da directora que parece que por fin pode ver a luz na televisión. Neste eido das miniseries históricas, Vaca Films e Portocabo anunciaron este ano que se unirán para producir a serie “Garbo, el espía que engañó a Hitler”, que contará as peripecias do famoso axente dobre español, que estivo casado coa lucense Araceli Carballo.  

Matriuska Produciones tamén aspira a producir ficción televisiva, e ten en carteira “As crisálidas”, unha miniserie de autor creada por Samuel Lema, e que protagonizarían Fernando Epelde e Nerea Barros.

Para a TVG Zopilote están a preparar unha nova serie cómica, de título provisional “Os mariachi” que se formula como un falso documental ao estilo de “Modern Family”, con episodios breves nun formato similar ao de “Era Visto”.  “Auga Seca” e “Cuñados”, de Portocabo, son outros dos proxectos de serie que están en desenvolvemento para unha futura estrea na nosa televisión.

E no que se refire a webseries, prevese que Porco Bravú rematen de rodar a primeira temporada de Peter Brandon, a serie que saíu do concurso de proxectos do Carballo Interplay en 2016 e que conta a vida do alter ego do cómico Pedro Brandariz. Queda aínda por ver o resultado do proxecto gañador deste ano, titulado “Hai vida en Bran?”, dirixida por Ángela Andrada e con Isabel Blanco formando parte do elenco, que está en plena fase de rodaxe.